¿Eres de los que se mueren de hambre después de entrenar? Si es así, no estás solo.
Hacer ejercicio nos da hambre. Y es lógico. Al fin y al cabo, al hacer ejercicio, quemamos la energía que nuestro cuerpo ha almacenado, y nuestro cuerpo busca reponerla comiendo.
¿Cómo puedes evitar asaltar el frigorífico justo después de ir al gimnasio?
Gran parte de ello se reduce a tu actitud. La ciencia ha demostrado que las personas que realmente disfrutan haciendo ejercicio son menos propensas a comer en exceso después de hacerlo que quienes consideran la actividad física como una especie de castigo.
Los estudios también han demostrado que un enfoque positivo al entrenar produce mejores resultados a largo plazo. Esta mentalidad positiva no solo hace más evidentes los beneficios físicos, sino que también mejora el rendimiento neurofisiológico y psicológico.
Un estudio reciente publicado en el Journal of Behavioural Medicine ha demostrado que podemos recibir influencias tanto negativas como positivas antes de realizar ejercicio.
El estudio involucró a 76 hombres y mujeres a quienes se les mostraron cortometrajes que elogiaban o criticaban los efectos del ciclismo en la salud. Posteriormente, se les pidió que participaran en una clase de ciclismo de 30 minutos. También se les preguntó qué pensaban sobre el ciclismo antes de ver el video.
Quienes ya creían que el ciclismo tenía beneficios para la salud solían experimentar efectos más positivos. Disfrutaban más de la actividad, estaban de mejor humor y experimentaban menos ansiedad.
¿Cuál es la conclusión a la que llegamos aquí?
En algunos aspectos de la dieta y el ejercicio, la mentalidad es fundamental. Si tienes una buena actitud hacia lo que haces, podrías ver mejores resultados en general y sentirte mejor al hacerlo. Las creencias y expectativas pueden incluso tener efectos a largo plazo en nosotros y podrían ser factores determinantes para mantenernos activos o adoptar un estilo de vida sedentario.Si hay algún ejercicio que te guste hacer, ¡comienza ahora mismo!